Historias de vida

Mi nombre es Espíritu Yanchaliquin Chimborazo, nací en la comunidad Mindinaperteneciente a la Parroquia Simiátug, Cantón Guaranda, Provincia Bolívar. Pertenezco a la organización Fundación Runakunapak Yachana Wasi (Casa del saber del Hombre).

En el año 1983 conocí por primera vez al Doctor Carlos Rojas cuando llegó caminando a mi comunidad a examinar a todos los niños de la escuela, luego enseñar sobre cómo tener una buena salud. Con este tipo de trabajo ha permanecido durante 30 años apoyando de cómo salir de la ignorancia, porque en los años 1970 a 1980 existía en mi pueblo mucha explotación racial, en la que para los indígenas era prohibido la educación, comercio, etc. Es decir, era un conjunto de explotadores, entre la iglesia, la tenencia política, el terrateniente y los cantineros; entonces estábamos condenados a vivir trabajando sin alzar la cara, borrachos y pagando la primicia. Viendo esa realidad, el doctor Carlos Rojas y los amigos italianos Enrique Cappelletti y sus compañeros han empezado hacer mirar que nosotros los indígenas también teníamos derecho a todo como: educación, salud, vivienda, vestimenta, comida, a las tierras. Entonces estos compañeros han empezado creando primero una organización de segundo grado llamado Fundación Runakunapak Yachana Wasi a fin de concienciar nuestro derecho que estuvo perdido, luego en acuerdo de toda la gente empiezan crear escuelas en las comunidades y un colegio exactamente para los indígenas, conjuntamente con la ideología de vivir bien con ausencia de enfermedades teniendo una vida completa y buena como derecho humano.

Espiritu talking

En el año 1996 mi comunidad me delegaron para promotor de salud y que me vaya a la capacitación con 6 compañeros más. Para entonces ya habían creado la Fundación Alli Causai por un equipo de personas profesionales, encabezado por el doctor Carlos. Así empecé la formación en atención primaria de salud, desde luego apoyando en mi comunidad y a los restos de las comunidades de la parroquia, haciendo mirar y concienciando que la salud y la educación van cogidos de las manos juntos; porque sin educación no hay salud, sin salud no hay vida. Este trabajo socio-organizativo he realizado durante 17 años, gracias al apoyo incondicional de la Fundación Alli Causai.

Hoy soy Tecnólogo en Atención Primaria de Salud legalmente reconocido por la SENESCYT. Ha sido muy difícil ser reconocido moralmente, socialmente, a un peor económicamente; pero sin embargo gracias a la formación y conocimientos que me ha dado la vida sigo en pie de lucha, para que una sociedad débil y sin voz llegue a la igualdad, libertad y justicia.

¡Muchas Gracias!